“La inclusión y la calidad van de la mano, si no, es hipocresía”

Con definiciones como la importancia de la educacin universitaria como derecho humano y los nuevos desafíos del sistema universitario, Calzoni pasó por San Juan donde participó de las Jornadas de Internacionalización de la Educación Superior.

Por Susana Roldán

Continuar y profundizar. Tales son los verbos con los que Jorge Calzoni, presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), define el espíritu del documento que los rectores de universidades nacionales presentaron al gobierno y a todos los candidatos a presidente que compitieron en las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). “El único que nos contestó fue Daniel Scioli”, refiere el rector de la Universidad Nacional Avellaneda, que dirige el CIN desde marzo de este año.

-¿Qué plantearon los rectores en el documento del 22 de abril?
-Yo creo que hay dos puntos de inflexión en el CIN. Uno es el 2010 con el Documento del Bicentenario, con Martín Gill presidiendo el CIN en ese momento y otro es éste con la unanimidad de todos los rectores, que refleja a qué aspiramos los rectores con vistas a 10 años en cuanto a políticas públicas en la Educación Superior. Allí planteamos temas de ciencia y tecnología, financiamiento, revisar la Ley de Educación Superior. Estamos planteando que nos merecemos una nueva ley. Son dos verbos básicamente: continuar con muchas de las políticas actuales y profundizar otras. En ese marco, se lo hicimos llegar a todos los candidatos y solamente nos contestó uno, que fue Daniel Scioli. Nos invitó a su residencia a almorzar y tuvimos un largo encuentro en el que pudimos discutir el documento. Se comprometió, pasadas las PASO, a encontrarse con nosotros y firmar un acuerdo con lo que va a ser el eje de su política para las universidades. Esto está para concretarse. Posterior al documento tuvimos un encuentro con el jefe de gabinete, dado que la presidenta se encontraba en el exterior. Se lo hicimos llegar y en el encuentro estuvieron varios ministros. Creo que se fueron generando una cantidad de acciones que tienen que ver con lo que nos habíamos planteado en ese documento.

-¿Esto incluye seguir sosteniendo que la educación superior es un derecho humano?
-Nosotros a eso lo planteamos muy claramente. De hecho hay una continuidad en muchas de las políticas que se llevan adelante. El punto de inflexión es Cartagena de Indias en el 2008. Los rectores de ese momento generaron este concepto de derecho humano. Hace muy poco, Eduardo Rinessi, ex rector de la Universidad de General Sarmiento, editó un libro que trabaja esta temática muy bien y lo plantea como derecho humano universal. Hoy no puede concebirse de otra manera.

-¿De aquí se desprende el concepto de inclusión en las universidades?
-Muchos quieren plantear que inclusión y calidad son incompatibles, una dicotomía que para nosotros no es tal. No hay inclusión sin calidad, si no, no sería inclusión, sería hipocresía. Hay todo un desarrollo que lo plantea el documento. Rinessi lo dice en su libro: si tenemos 100 ingresantes y 10 que egresan, no podemos hablar de inclusión. De calidad sería si egresa la mayor cantidad y con el mejor expertise posible. Hay conceptos históricos que se empiezan a trastocar. La masividad de la educación superior es un tema mundial, no sólo de la Argentina y hay que poder abordarlo. En ese marco, creo que nosotros podemos plantearnos desarrollar políticas. El CIN, en este último tiempo, cambió su eje de sentarse a ver cómo distribuían el presupuesto a empezar a discutir políticas públicas. Es un salto de calidad enorme. Lo que sí nos parece es que tenemos que ser capaces de pensar las políticas públicas. De hecho muchos de los ministerios se apoyan en el sistema y lo hacen a través del CIN, no de las universidades individualmente. Esto también es un salto de calidad que se ha logrado en este tiempo. Todavía cuesta, pero el documento salió por unanimidad. Hay un tiempo distinto y estoy agradecido de poder vivirlo.

-¿Cuál sería el paso siguiente?
-Seguramente vamos a elaborar otro documento de acá al 2018, cuando se cumplan 100 años de la Reforma Universitaria, que es un hito de la educación argentina y en ese sentido, esto es un paso más de eso que arrancó allá por el 2010. El sistema se ve como sistema y esto también es una novedad: ya no somos un grupo de universidades peleando qué le toca a cada una, sino que empezamos a pensarnos como sistema.

-¿Cuál es la diferencia entre ENLACES, Espacio de Encuentro Latinoamericano y Caribeño para la Educación Superior, y otras agrupaciones de universidades?
-Hay muchos intentos de agrupamientos universitarios. Yo me resisto a creer que las cuentas se hagan por el número de estudiantes, eso es muy neoliberal. Tiene que ver con un concepto distinto que tenemos que abordar las universidades. ENLACES lo que intenta ser es como la CELAC de las universidades: la posibilidad de que todas las universidades de América Latina y del Caribe se unan en un espacio común donde puedan generar no sólo movilidad estudiantil y docente, sino la posibilidad de reconocimiento mutuo y títulos y que no tengan que pagar una visa para poder entrar a otro país.

-El rector de José C. Paz, Hugo Trinchero, ha propuesto la creación de la Universidad de la Patria Grande. ¿Cuál es su opinión al respecto?
-Me parece muy bien. Ahora en Quilmes habrá un segundo encuentro, con un documento inicial, al que hemos adherido desde Avellaneda. Es una muy buena idea. Un primer intento lo llevó adelante Lula Da Silva con la UNILA, que está en Brasil. La idea de esto es algo distinto. Hay que pensarlo bien y trabajarlo mucho, pero estoy de acuerdo. Creo que hay que buscar todos los mecanismos de articulación que nos permitan integrarnos. La región tiene hoy avances muy notables y a la vez amenazas, ante eso es importante que podamos armonizar políticas comunes.