Tras la pista de los terremotos

María Flavia Leiva, ingeniera agrimensora y doctora en Geofísica del Instituto de Investigaciones Sismológicas “Fernando Volponi”, elaboró su tesis sobre los cambios que se producen en la superficie de la Tierra antes y después de un terremoto.

 

Por Susana Roldán

A nadie escapa que la provincia de San Juan está situada en una de las zonas con mayor actividad sísmica del planeta. Esto da lugar a distintas investigaciones que procuran conocer más acerca de sus causas y consecuencias, que permitan prevenir de algún modo el daño que estos puedan causar. En la UNSJ diversos grupos interdisciplinarios vienen abordando el estudio de los sismos desde diferentes aristas, utilizando las últimas tecnologías disponibles para obtener mejores resultados.Flavia Leiva
María Flavia Leiva es una de estas investigadoras. Su trabajo de tesis de doctorado analizó la deformación activa de Los Andes mediante métodos geodésicos y geofísicos; dicho de otro modo, analizar si un cambio en la superficie terrestre en una zona determinada puede permitir conocer si se está acumulando energía que pueda derivar en la ocurrencia de un sismo importante. “Encontramos patrones distintivos del comportamiento en las mediciones geofísicas y geodésicas asociadas a sismos de magnitud moderada (magnitudes superiores a 4). Se trabajó con una red de centración forzosa, ubicada en las rocas de las principales estructuras: Pie de Palo, Precordillera, Sierra de Zonda, Barboza. Se han medido desde el año 2000 datos gravimétricos y luego, en 2013 y 2015, pude medir datos con GPS. Pudimos ver cómo se mueven en superficie las principales estructuras, mientras que con gravedad modelamos qué pasa en profundidad. Con estos datos gravimétricos vemos que la tendencia es como que se “infla” el suelo y GPS, que es el punto arriba, también se levanta, pero lo hace en unos pocos centímetros comparado con el gran volumen que se levanta abajo. Es porque abajo ocurre algo mucho más grande que lo que se ve en superficie. La idea es analizar estas principales estructura en el basamento, porque son fallas sanjuaninas a poca profundidad” (ver recuadro).
Así se pudo modelar con datos de gravedad el basamento y observar estos cambios en la superficie. “Esto permite detectar los lugares donde se está produciendo acumulación de energía. Esto no quiere decir que sí o sí tenga que producirse un terremoto, porque el conocimiento reciente nos permite saber que existen sismos lentos que pueden funcionar como disipadores de energía”, explica María Flavia (ver «Sismos lentos«).
Para la investigadora, es fundamental una educación sísmica para la población “porque en San Juan siempre va a temblar. Como sanjuaninos, es preciso tomar conciencia que debemos saber cómo actuar ante un sismo. Por ejemplo, en toda la ciudad no hay indicaciones acerca de dónde dirigirse en caso de un sismo de gran magnitud. Muchas veces, hacemos justo lo que no hay que hacer y eso aumenta el riesgo de sufrir daños personales”.


Las fallas “propias”

Fuente: “Actualización en el límite entre sierras pampeanas occidentales y precordillera oriental, en la provincia de San Juan”. Juvenal Zambrano y Graciela Suvires (2006). Revista de la Asociación Geológica Argentina, 63, pp: 110-116.
Fuente: “Actualización en el límite entre sierras pampeanas occidentales y precordillera oriental, en la provincia de San Juan”. Juvenal Zambrano y Graciela Suvires (2006). Revista de la Asociación Geológica Argentina, 63, pp: 110-116.

En 2007, la Revista de la Asociación Geológica Argentina publicó una investigación de Juvenal Zambrano y Graciela Suvires, investigadores de la FCEFN, en la que se dio a conocer el resultado de una actualización en el límite entre las Sierras Pampeanas Occidentales y la Precordillera Oriental en San Juan. El trabajo referencia de manera detallada y concreta las fallas existentes en la provincia, a la luz de nueva información del subsuelo y revisión de la información que ya existía (ver Mapa). En tal sentido, expresa que “el sistema de fallas de Tulum al haberse determinado que está limitado por el este por fallas con bloque hundido en esta dirección, es un pilar tectónico de extensión regional. Este pilar tectónico está segmentado por fallas orientadas transversal u oblicuamente al rumbo del mismo. El bloque del cerro Valdivia separa diferentes direcciones de sistemas fracturantes: el primero, al norte de dicho cerro, predominantemente de dirección NNO y un sistema secundario de dirección ENE, conformando un sistema de bloques limitados por fallas. El segundo, en cambio, hacia el sur y oeste del anterior, se encuentra en su mayor parte en el piedemonte de la Precordillera Oriental. Este segundo sistema presenta direcciones NNE y está segmentado por otro de dirección ONO, y también da origen a un conjunto de bloques de basamento, limitados por fallas. Hacia el sur el cerro Valdivia continúa en subsuelo el bloque elevado del basamento aflorante en dicho cerro con eje casi NS cortado al sur por la falla de la Flecha. La continuación hasta el Montecito del sistema de fallamiento que divide al Valle de Tulum en dos subcuencas al limitar por el sur la Precordillera Oriental en subsuelo, pone en contacto la provincia geológica de las sierras Pampeanas con la sierra de las Peñas, perteneciente a la Precordillera Central”.

 


Sismos lentos: En el año 2015 en Japón se dio a conocer una investigación que explica que existen sismos muy lentos, duran largos períodos y son imperceptibles, pero se especula que pueden funcionar como “disipadores” de la energía acumulada, que de no liberarse de esta forma, podría ser la causa de un gran terremoto.