Universidad, pensamiento y acción

[ACADEMIA] ¿De dónde salen esos investigadores que luego se convierten en la parte medular de los institutos, centros y gabinetes de la Universidad Nacional de San Juan? De la academia, de las carreras de grado que se estudian en las facultades y en la Escuela de Ciencias de la Salud. Allí se forman los profesionales que luego harán ciencia, creación, docencia y extensión, dentro y fuera de la universidad.

 

Por Belén Ceballos, Susana Roldán y Fabián Rojas
Jorge Picknenhayn
Dr. Jorge Pickenhayn, secretario Académico de la UNSJ.

“Sólo el tiempo permite conocer el valor de lo que no conocemos”, sostuvo Esquilo, poeta y dramaturgo considerado el primer gran representante de la tragedia griega. A lo que cabría agregar que cuando esto sucede, tal vez ya es demasiado tarde para recuperar el tiempo perdido en ese conocimiento también perdido. Haciendo la salvedad de que estamos lejos de considerar a las casas de estudios superiores sólo como instituciones que producen conocimiento, podemos afirmar que al menos en lo que al sistema universitario público argentino se refiere, Esquilo tenía razón. No por nada era un poeta trágico.
En nuestra edición anterior, abordamos el estado de la ciencia en la Universidad Nacional de San Juan. Quedó claro entonces que con 44 años de vida institucional, la UNSJ prioriza como una de sus actividades sustantivas a la investigación científica. Pero ¿de dónde salen esos investigadores que luego se convierten en la parte medular de los institutos, centros y gabinetes? Salen de la academia, de las 63 carreras de grado que se estudian en las cinco facultades (Ingeniería, Exactas, Filosofía, Sociales y Arquitectura) y en la Escuela de Ciencias de la Salud. Allí se forman los profesionales que luego harán ciencia, creación, docencia y extensión, dentro y fuera de la universidad.
¿Qué clase de universidad es, desde el punto de vista de la academia, la UNSJ? Si bien el perfil institucional ha ido cambiando con la impronta de cada conducción política, es indudable que cada vez más la UNSJ es una casa de estudios que responde a las demandas de la sociedad. Con poco más de 20.000 alumnos y alrededor de 5.000 docentes, “prácticamente no hay familia sanjuanina que no esté vinculada de forma directa o indirecta con la UNSJ”, dice Jorge Pickenhayn, secretario Académico de esta institución. “Si consideramos este universo de 25.000 integrantes, entre docentes y alumnos, y multiplicamos esa cifra al menos por cuatro, esto constituye casi el 15% de la población de San Juan. Haciendo una proyección, podemos decir que la UNSJ está presente, ya sea de manera directa o indirecta, en todos los núcleos familiares de la provincia”, explica.
Esta proyección acentúa, sin duda, el modelo de universidad que tenemos: una institución que no sólo está atenta a las demandas de la sociedad sino que se anticipa a ellas, con miras a su inserción en la región. Pero también como una institución activa y política, en la que se expresan los deseos del pueblo por aprender, por saber, por pensar y por expresar. Como afirma el politólogo Diego Conno, “comprender a la universidad no como mero resguardo de conocimientos, ni como laboratorio de reproducción de la fuerza laboral. La universidad es, fundamentalmente, una potencia colectiva y plural de pensamiento y acción que despliega sobre un territorio su fuerza de imaginación y creación”. Para Conno, en esta concepción radica el porqué del ataque del actual modelo gobernante a las universidades públicas: “En general, cuando desde ciertos sectores se ataca a la universidad, se hace desde una visión elitista, que considera que no todos pueden acceder a los estudios superiores, o que no todos tienen iguales derechos. Resulta una obviedad que el capitalismo, aún en su versión neoliberal, no precisa de sujetos críticos; necesita una masa de consumidores pasivos y una fuerza de trabajo disciplinada” (Página/12, abril de 2016).
Volviendo al perfil académico de la UNSJ, Pickenhayn sostiene que la oferta educativa responde a decisiones mucho más profundas que la simple demanda del mercado. “Es un juego de ida y vuelta, de permanente análisis en cada uno de los casos. Habría que hacer referencia a algunas cuestiones fundamentales. La primera es el hecho de que se está llevando a cabo un proyecto con bastante éxito, que es el proyecto de expansión territorial. Nuestro programa de distintas tecnicaturas y cursos completos de grado en la Delegación Valles Sanjuaninos es un hecho y está reflejando que el crecimiento académico se traslada a la planta de docentes y a lo edilicio. Se está terminando la obra de la Delegación en Jáchal y esto es algo que enorgullece. Cuando uno piensa lo que fue el comienzo de la UNSJ y lo mira ahora, vemos la proyección”.

Medicina ¿sí o no?
En ediciones anteriores de octubre/73 se reflejó cómo fue cambiando la matrícula de la UNSJ en sintonía con la situación socioeconómica del país y con la aparición de nuevas carreras muy solicitadas por la comunidad. Así, es posible hablar de la fuerte demanda de las Ciencias Sociales con la vuelta de la democracia; del boom de la Informática hacia 1985, cuando se crean carreras en esta área de conocimiento; del fuerte crecimiento que provocaron las carreras de Abogacía y Contador Público y, por último, a fines de los 90 y comienzos de 2000, la inclinación hacia las recientemente creadas carreras de Diseño Industrial y Gráfico.
Hay un pedido recurrente, sin embargo, que ha permanecido a través de las décadas: el interés de un importante sector de la sociedad porque la UNSJ comience a dictar la carrera de Medicina. Cabe entonces preguntar al Secretario Académico cómo se deciden las nuevas carreras, a lo que responde que “en esto hay una tarea muy fuerte de los consejos directivos de las facultades, pero básicamente del Consejo Superior (CS). Afortunadamente la UNSJ es plural y democrática y esa condición hace que en el CS se desarrollen todas las alternativas y finalmente se sopesen las mejores oportunidades. Es cierto que a veces hay alternativas que entusiasman mucho, carreras muy poderosas como Medicina, sobre las que uno se pregunta por qué no las vamos a tener en San Juan. Y sí, llegará el momento en que las tendremos, pero para eso hay que apuntalar primero lo que ya tenemos. También está la demanda de cuándo la delegación Valles Sanjuaninos va a tener más carreras de grado: ya tiene las primeras, que es lo importante. No es una cuestión de decir ‘vamos a crear cuatro carreras nuevas’ para que luego no se puedan sostener. Hay que pensar en la masa crítica, es decir en los profesores e investigadores que dan la fuerza a los distintos proyectos. Por otro lado, hay que pensar en la posibilidad de que personas de un lugar ofrezcan matrícula potencial y, finalmente, el aspecto de que ingresan muchos alumnos y a los pocos meses dejen de estudiar. Se produce así un desgranamiento ante un enorme esfuerzo que luego no tiene resultados positivos”.
Sobre este aspecto en particular, la UNSJ desarrolla una serie de estrategias para reducir lo más posible el desgranamiento. El funcionario advierte que es muy importante fortalecer la articulación entre la secundaria y la universidad, y al respecto señala que “hay posibilidades y acciones que se están realizando. En primer lugar, el programa Nexos, que se desarrolla con financiamiento de la Secretaría de Políticas Universitarias, que permite ayudar al vínculo de los que están saliendo del secundario y los que están ingresando y que deberían quedar en la universidad como alumnos permanentes. Esto se realiza a través de sistemas de tutorías, de un sistema de seguimiento de los ingresantes, que no sea estrictamente un examen de ingreso, ya que la ley vigente establece el ingreso irrestricto. No es cuestión de generar un ingreso que restrinja las posibilidades de los que quieran entrar a la universidad. Pero sí que exista un proyecto para retener a los ingresantes. Para eso están las tutorías y el programa Nexos y actividades que desarrollan las secretarías académicas de las facultades, para asegurarse que esos grupos de alumnos van a permanecer”.
El foco puesto en los estudiantes de los primeros años es parte de esa estrategia. “Esto no es una cuestión declamativa –dice Pickenhayn- sino efectiva a través de acciones como el hecho de que se refuerzan las cátedras de los primeros años. Son muchos más alumnos y requieren más atención. Estamos muy atentos a los equipos de esas cátedras y al crecimiento de las facultades, porque si no sería un crecimiento ficticio”.

Seguimiento de profesionales
Otra tarea importante para la academia es conocer cómo ser insertan laboralmente sus graduados. Esto da una pauta concreta de si las carreras que se dictan son las apropiadas para la comunidad o si hay que cambiar el rumbo. Al respecto, Pickenhayn sostiene que “si bien ya quedó atrás el escenario del ingeniero que trabaja de taxista, hay que estar muy atento a cómo se da esa inserción laboral en todo sentido. Lo que ocurre es que el graduado tiene una serie de oportunidades hacia adelante. Algunos la tienen en su propia formación, donde reciben entrenamiento con alguna forma de sustento, a través de las becas doctorales y postdoctorales del CONICET. Por otro lado, los graduados realimentan a la propia universidad, a través de los programas de ayudantías de segunda, que son cargos que están destinados a los alumnos y que deberían proyectarse hacia las ayudantías de primera, que son los jóvenes que van egresando en la misma universidad. Pero lo más importante está afuera: hay una tarea que es compartida entre la Secretaría Académica y la de Extensión. Por lo general, en otros países existen proyectos para concretar en la misma universidad modelos de industria para que se proyecten luego a la sociedad. Algo así como formar profesionales emprendedores. Esa técnica está poco usada en la UNSJ y creo que debería crecer fuertemente. Hay modelos en EEUU, en Europa, en México y creo que de ellos debemos aprender para ponerlos en práctica”.
“El otro tema –dice el funcionario- es cómo funcionan las pasantías de los alumnos que están en la universidad respecto a la posibilidad de proyectarse hacia otros lugares. Hay inconvenientes y ventajas: el inconveniente es tener cuidado de no generar en un pasante a una persona que no cobre para hacer un trabajo que puede hacer un egresado. Las pasantías deberían responder a un emolumento económico siempre. Por otro lado, está la posibilidad de que el pasante que está desarrollando una tarea se está mostrando. Esto se puede proyectar tanto en lo público como en lo privado. Esto le permite hacer conocer su trabajo profesional en un ámbito en el que luego puede insertarse de manera efectiva”.

La carrera docente
Luego de muchos años de debate, la UNSJ finalmente pudo concretar la aprobación de su carrera docente. Pero si bien el proyecto está aprobado, falta una última etapa para su implementación. Dice Pickenhayn que “tenemos un gran compromiso de llevar a buen término y ordenadamente el proceso de designaciones de acuerdo con la legislación vigente, que es proteger los cargos. Toda universidad tiene un financiamiento. Cualquier descuido en la ocupación de los cargos puede transformarse en un peligro hacia el futuro. Y finalmente el proyecto madre que nació con esta gestión, que es la carrera docente, que ya está aprobada y que estamos en la instancia de la compatibilización con los gremios y las instancias colectivas de trabajo, es sin duda una nueva forma de entender cómo los docentes van a ir creciendo en la universidad”. //


Una formación integral

Mg. Alejandra Otazú, asesora Técnica de la Secretaría Académica de la UNSJ.
Mg. Alejandra Otazú, asesora Técnica de la Secretaría Académica de la UNSJ.

Desde hace años, el trabajo sinérgico de las escuelas Industrial “D. F. Sarmiento” y de Comercio “Lib. Gral. San Martín” y del Colegio Central Universitario “Mariano Moreno” de la UNSJ, da frutos para sus propias comunidades escolares y para su relación con el exterior. Una de tantas actividades destacables es el proyecto de la Naciones Unidas, en el que a estos tres institutos se sumaron este año los colegios Nacional y Carlos Pellegrini de Buenos Aires. Además, allí está el proyecto de la Escuela Industrial sobre Montañismo, del que participan los tres institutos. “Si bien este proyecto es importante para quienes están en Minas y en Vial, por ejemplo, también lo es para los jóvenes de los otros colegios que pueden seguir carreras de las facultades de Ingeniería o de Ciencias Exactas”, señala Alejandra Otazú, asesora Técnica de la Secretaría Académica de la UNSJ. La funcionaria también destaca el Taller de Lengua de la Escuela de Comercio: hace días estuvo un grupo de estudiantes de China en esa escuela realizando una pasantía, mientras que en marzo próximo alumnos de los tres institutos viajarán a China. A esto cabe agregar que en el Colegio Central se dicta un taller de chino mandarín. El Proyecto de Cristalografía de la Escuela Industrial es notable: los alumnos y docentes de esta institución resultaron esta semana nuevamente campeones nacionales en su categoría en esa especialidad. El año pasado, alumnos y profesores de la Escuela Industrial ya habían realizado un Taller de Cristalografía con la Escuela José María Torres, de Pocito, y ambas escuelas ganaron el Concurso de Crecimiento Cristalino de la Asociación Argentina de Cristalografía. “Todo esto tiene que ver con la formación integral de los alumnos; esta es la característica fundante de los institutos preuniversitarios de la UNSJ”, valora Alejandra Otazú. //


Brazos académicos extendidos

Para los ciudadanos de los valles que rodean a San Juan Capital pero, sobre todo, para la población de Jáchal, la localización allí de una sede de la UNSJ es un logro que consolida su histórica identidad cultural. Jáchal detenta una profunda historia de “centro educativo-cultural”: de centro económico en el Siglo XIX se reconvirtió en centro cultural durante el Siglo XX, identidad que se proyecta hacia la provincia a través de sus producciones culturales y políticas. Cuando empezó a plantearse la posible localización de una sede en el departamento, voces locales clamaban: “Que las limitaciones de infraestructura y equipamiento que tiene Jáchal no implique que reciba un sistema educativo marginal”; o: “Jáchal debería tener todas las carreras porque el interés está en tener título universitario y lo demuestra la cantidad de jachalleros estudiando en todo el país, porque acá no pueden hacerlo”.
Jáchal hoy es la sede de la “Delegación Valles Sanjuaninos de la Universidad Nacional de San Juan”. El proceso de expansión hacia las zonas más alejadas de la provincia se inició entre 1995 y 1996, en relación al desarrollo minero en Jáchal, por iniciativa de la Facultad de Ingeniería, con la carrera de Técnico Universitario en Agroindustrias y Técnico Universitario en Explosivos y Voladuras; y en Iglesia, con Técnico Universitario en Beneficio de Minerales y Técnico Universitario en Muestreo Exploratorio. Luego se fueron implementando varias tecnicaturas desde esa Facultad y las de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales; Ciencias Sociales y la de Filosofía, Humanidades y Artes. Fue a solicitud de los gobiernos municipales y a través de convenios con el Gobierno de San Juan. El Municipio de Jáchal donó un predio para constituir un ámbito académico en la villa cabecera (San José de Jáchal).
Fue esta incursión en los departamentos alejados, en respuesta a la fuerte demanda de la comunidad de esta región, lo que sentó las bases para que la UNSJ en 2011 fuese elegida por la Secretaría de Políticas Universitarias como sede de un proyecto de expansión territorial de su oferta académica, que se concretó con aquel nombre de “Delegación Valles Sanjuaninos de la Universidad Nacional de San Juan”. Fue aprobado el 2 de octubre de 2014 por el Consejo Superior de UNSJ. La sede Académica y Administrativa de la Ciudad de San José de Jáchal es eje de la Región “Jáchal, Iglesia, Calingasta y Valle Fértil”, a través del Contrato-Programa de Expansión Territorial de la Secretaria de Políticas Universitarias. Entre las consideraciones que fundamentan tal creación puede resaltarse que: “La región constituye un polo de desarrollo estratégico de San Juan; el escenario político institucional es altamente favorable; confluyen las voluntades de los gobiernos nacional, provincial y municipal y de la Universidad Nacional de San Juan; la pertinencia académica de la propuesta es clara, así como el apoyo al desarrollo de la región”.
En Jáchal las carreras existentes son Profesorado en Música con orientación en Música Popular, Tecnicatura en Agroindustria y Tecnicatura en Administración Pública; en Valle Fértil, Licenciatura en Turismo y Tecnicatura en Inglés para la Industria y el Turismo; en Iglesia, Tecnicatura en Administración Pública, y en Calingasta y Barreal, la Tecnicatura en Turismo. //


octubre/73, Edición Nº 35,  Año V, noviembre de 2017 – UNSJ