Con garantía de conservación

Desde distintas áreas del conocimiento, la Universidad Nacional de San Juan viene desarrollando una prolífica tarea de estudiar sectores del espacio geográfico donde es necesario realizar tareas de protección y conservación. Qué son las áreas protegidas
y cómo se trabaja, desde las distintas unidades académicas, no sólo en los estudios necesarios para su denominación sino en las acciones posteriores para su sostenimiento.

Por Susana Roldán y Fabián Rojas

Con más de las tres cuartas partes de su territorio ocupado por montañas, la provincia de San Juan ostenta un record muy interesante en lo que refiere a Áreas Protegidas. Mientras que la media anual del país es del 10% del terreno designado como Área Protegida, en San Juan el 25% del territorio tiene esa denominación bajo una norma provincial, nacional o internacional. El tema tiene dos aristas fundamentales: por un lado el estudio técnico que se requiere para determinar si un área va a ser protegida o no y, por el otro, la decisión política de hacerlo. En este caso, la UNSJ ha desempeñado un papel importantísimo al poner sus recursos humanos y su capital científico al servicio de quienes toman las decisiones para esa determinación.
Marcelo JordanLa primera definición es, sin duda, la que caracteriza a un área protegida. “Son espacios generados a partir de la necesidad de conservar algún atributo de un lugar. El paisaje, la biodiversidad, los aspectos culturales, arqueológicos, paleontológicos son algunos de estos atributos”, explica Marcelo Jordán, biólogo, subsecretario de Áreas Protegidas de la provincia y docente de la FCEFN. Para el funcionario, si bien la decisión política de crear Áreas Protegidas es importante, el mayor trabajo consiste en decidir luego qué se va a

María Rosa Plana, Luis Orellano y equipo.
María Rosa Plana, Luis Orellano y equipo.

hacer con ese espacio. “Todas las áreas tienen objetivos que están presentes en la propia creación. Pero una vez creada un Área Protegida, hay que decidir su plan de manejo. En San Juan lo que sucedió es que desde la creación de la primera Área Protegida, que fue San Guillermo en el año 1971 hasta el 2007, se crearon áreas en papel, pero sin que hubiera planes de manejo y por lo tanto sin acciones concretas para su protección”, señala. “En la actualidad hay una planificación general para Áreas Protegidas, que tiene en cuenta los recursos, los objetivos y adónde quiero llegar”, dice Jordán.
La planificación en forma específica es la meta siguiente, una tarea que, según Jordán, no es nada sencilla. “Las normas ISSO, certificadas hace muy poco, fueron el punto de partida. Luego vinieron los procedimientos y la metodología a concretar para implementar planes operativos anuales”, asegura. En este sentido, el funcionario afirma que “con la UNSJ siempre hay trabajos conjuntos a partir de tesis de grado que se desarrollan en Áreas Protegidas. También se trabaja en un proyecto de monitoreo en San Guillermo que está buscando financiamiento, en el que tenemos muchas expectativas”.

Dos ejemplos de aportes

Desde el Instituto Regional de Planeamiento y Hábitat de la FAUD (IRPHA) se trabaja activamente en el estudio de paisajes culturales de la provincia, con miras a su conservación patrimonial. “No se puede separar lo patrimonial de lo ambiental”, comienza afirmando María Rosa Plana, para definir lo que constituye un paisaje cultural como obras combinadas de la naturaleza y el hombre. En este sentido, en el IRPHA se desarrollan líneas de trabajo orientadas a la puesta en valor y la preservación de estos paisajes ya que, como sostiene otro integrante del IRPHA, Luis Orellano, “no podemos hablar de sostenibilidad ambiental sin hablar al mismo tiempo de sostenibilidad humana”.
Frente a esta afirmación, el IRPHA trabaja, entre otras cosas, en investigaciones para identificar las huellas de tierra en el paisaje cultural y, adoptando un sentido más amplio, las marcas sonoras presentes en el paisaje cultural del Norte sanjuanino. “Cuando trabajamos en la puesta en valor de Jáchal, por ejemplo, tenemos que tener en cuenta que nació de una cuestión cultural. Esas construcciones de barro esplendorosas, que todavía subsisten, son el resultado del encuentro entre la riqueza material y la época de oro del trigo con el hombre y sus ideas reinantes en ese momento”, dice.
El Corredor Bioceánico, su capital natural y cultural, también es campo de estudio para el IRPHA. “Lo vemos como un conjunto. La idea es que todos los pueblos involucrados en esta ruta puedan beneficiarse con el desarrollo que va a traer, pero sin perder su identidad”, explica María Rosa Plana.
Víctor ContrerasPor su parte, el Instituto de Geología Pedro Emiliano Aparicio de la FCEFN (INGEO) también desarrolla investigaciones dirigidas al registro, evaluación de condiciones naturales y la definición de estrategias de preservación del patrimonio geológico y paleontológico de la precordillera sanjuanina, a través de un programa de extensión. “El objetivo es aportar líneas de base para el uso sustentable y sostenible de ese patrimonio”, afirma Víctor Contreras, con 25 años de experiencia en el Museo de Ciencias Naturales y otra cantidad de años similar en el INGEO. Tal como afirma Contreras, “la gran superficie cubierta de montañas que tenemos en San Juan hace que la geología esté a la vista. Ese es un patrimonio no sólo porque el hombre aprovecha su riqueza, sino también el paisaje puede ser utilizado de manera sustentable”.
La intención de los investigadores es que el programa se articule con los municipios y con las áreas pertinentes de la provincia. “Siempre han escuchado nuestras propuestas y creo que la coparticipación puede ser muy buena. Un ejemplo es Loma de Las Tapias, yacimiento paleontológico que muestra la evolución de los ambientes y de la vida, que fue estudiado por el INGEO y luego declarado monumento natural y protegido por la provincia. “Es fundamental involucrar a las comunidades”, dice Contreras, “ya que son ellos los que directamente se pueden beneficiar si un determinado paisaje se pone en valor y se acciona para su conservación”.

El aspecto legal

En San Juan existe legislación muy importante vinculada a la protección de las Áreas Protegidas. “La provincia adhirió a leyes muy importantes de carácter nacional, como la Ley de Bosques Nativos o la Ley 25.585 de Ambiente, que es muy relevante. Donde generalmente se fracasa es en la infraestructura necesaria o en quién va a ejercer los controles para hacer cumplir la ley”, afirma Miguel Novoa, titular de la cátedra Recursos Naturales en la carrera de Abogacía de la FACSO.
Para el abogado, lo fundamental es dotar a los organismos de los recursos necesarios para ejercer el poder de policía que la ley le confiere. Según su óptica, también la UNSJ puede aportar en la formación de los recursos humanos necesarios para el conocimiento de la legislación vigente y su aplicación.
“Como consecuencia del auge de la minería, el derecho minero y ambiental se mira con otro interés. Esto es muy bueno. Ya desde que son estudiantes, los futuros abogados se muestran interesados y preocupados por hacer respetar las leyes”, dice el docente.


INNOVACIONES EN EL ATLAS DIGITAL

Hacia un multimedia del patrimonio natural

Las áreas protegidas podrán verse en videos, fotos y textos en el Atlas Socioeconómico de San Juan. Es parte de una nueva versión de ese producto del Centro de Fotogrametría, Cartografía y Catastro de la UNSJ.

Multimedia es la combinación de dos o más medios que sirven a la comunicación. Video, audio, foto y texto pueden confluir para mostrar algo. De esto se trata el trabajo que realiza el Centro de Fotogrametría, Cartografía y Catastro (CEFOCCA) de la Facultad de Ingeniería con su ya conocido Atlas Socioeconómico de San Juan, que se viene editando desde hace años. El nuevo producto, Atlas Socioeconómico 2016, incluirá las trece áreas protegidas de la provincia y estará listo a fin de este año. Su presentación será en formato DVD y su esencia será conservar la riqueza de la información de ese atlas pero con agregados multimediales que lo tornarán más atractivo y didáctico. “Podrá accederse a los temas mediante campos temáticos. Por ejemplo, si se busca información con el tema agua, se encontrarán diferentes videos, fotos y textos relacionados con ese elemento en San Juan. De esta misma manera, las áreas protegidas serán abordadas, a lo que se sumarán las tablas con información sobre su ubicación, la ley que las determina o datos sobre qué es lo que se protege”, explica Mirtha Martínez, directora del proyecto Atlas Socioeconómico. El DVD multimedial será, como lo es el CD del Atlas, de distribución gratuita para instituciones educativas.

El CEFOCCA renueva año tras año ese proyecto. En 2007 ya abordaba el tema áreas protegidas junto a la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Provincia. “Lo que existía era sólo la delimitación en el mapa de las áreas protegidas. Con ese organismo empezamos a trabajar en los sistemas de información geográfica, en que transformamos esa delimitación en una cobertura shape, es decir, en una delimitación del área protegida que lleva a una información asociada sobre esa área”, explica Marcela Ontivero, del CEFOCCA. Además, en el proyecto del actual Atlas en CD, existe un apartado denominado Help, que contiene un informe técnico mucho más detallado que la información sintética a nivel cartográfico.

Los objetivos del Centro de Fotogrametría, Cartografía Y Catastro (CEFOCCA) se orientan en la dirección del desarrollo científico de sus principales líneas de investigación. La Fotogrametría, la Teledetección, la Cartografía, los Sistemas de Información Geográfica y el Catastro Territorial constituyen las principales disciplinas científicas en torno a las cuales se ha estructurado su organización. En este sentido, el CEFOCCA ha  priorizado las técnicas de captura, procesamiento y producción de información geográfica, a partir de la utilización de diferentes recursos, tales como fotografías aéreas, imágenes satelitales, cartografía específica, información alfanumérica, entre otras.

 


LAS ÁREAS ARQUEOLÓGICAS, COMO DOCUMENTOS

Los sitios tienen mucho para decir

Los lugares en que se hallan piezas de interés arqueológico contribuyen más que esos mismos objetos en la reconstrucción del pasado humano.

En San Juan existen no pocas zonas de valor histórico y prehistórico a proteger. “Yo siempre digo que San Juan es un gran yacimiento arqueológico. Hay algunas áreas muy importantes porque guardan muchos restos de culturas y han permitido armar el esquema de la prehistoria de esta provincia, que abarca desde la llegada del hombre hace 8.500 años hasta la llegada de los españoles en el Siglo XVI”, alega Teresa Michieli, investigadora, arqueóloga y directora del Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo “Profesor Mariano Gambier”, de la Facultad de Filosfía, Humanidades y Artes, de la UNSJ. La intervención erudita de este instituto es lo que, en el tiempo, ha contribuido a que en San Juan las zonas ricas en existencia de piezas del pasado sean declaradas como Áreas arqueológicas patrimoniales. Y así paralelamente fue surgiendo la necesidad de un comportamiento adecuado cada vez que un ciudadano se encuentra casualmente ante alguna pieza de posible valor. “A nosotros nos dice más el sitio en que se encuentran los objetos, que el objeto en sí mismo”, enfatiza Michieli.
El lugar, el marco natural de existencia de una pieza arqueológica, entraña mensajes que, decodificados científicamente, revelan datos cruciales para el conocimiento del pasado. “Si alguien nos trae, por ejemplo, una vasija hallada en algún sitio, posiblemente podamos decirle de qué año es. Pero si nosotros la estudiamos en el sitio, llegamos a muchos otros datos que hacen a la historia. Nos enfocamos hasta en el mismo sedimento, buscamos allí si se encuentran semillas, realizamos la datación con carbono; podemos también ver cómo está enterrado un esqueleto y de esa manera establecemos a qué grupo pertenecía, porque cada grupo sepultaba a sus muertos a su manera. Y así llegamos a muchos conocimientos. Entonces, si por casualidad una persona encuentra algo, no tiene que levantarlo y traerlo acá ni llevarlo a ningún lado. Sólo debería sacar fotos de la pieza y avisarnos de ella”, notifica la investigadora. //


Áreas Naturales Protegidas de la Provincia de San JuanMapa Áreas protegidas de San Juan

Parque Nacional San Guillermo – Parque Nacional El Leoncito – Reserva Provincial San Guillermo (reserva de biósfera) – Parque Provincial Ischigualasto – Parque Provincial Sarmiento (reserva de usos múltiples y área natural protegida) – Loma de Las Tapias (parque natural y parque protegido) – Pedernal (paisaje protegido) – La Ciénaga (área natural protegida) – Cerro Alcázar (monumento natural) – Lagunas de Guanacache (sitio RAMSAR) – Médanos Grandes (Régimen de Gestión Privada) – Los Morrillos (refugio privado de Vida Silvestre) – Estancia Don Carmelo (reserva privada de
usos múltiples)


 

Ficha: Lic. Marcelo Jordán | Biólogo, Subsecretario de Áreas Protegidas de la provincia y docente de la FCEFN – UNSJ
Arq. María Rosa Plana y Arq. Luis Orellano | Instituto Regional de Planeamiento y Hábitat de la FAUD – UNSJ
Víctor Contreras | Instituto de Geología Pedro Emiliano Aparicio de la FCEFN – UNSJ
Abog. Miguel Novoa | Titular de la cátedra Recursos Naturales en la carrera de Abogacía de la FACSO – UNSJ
Dra. Catalina Teresa Michieli | Directora del Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo “Profesor Mariano Gambier”, de la FFHA – UNSJ
Dra. Mirtha Martínez | Directora del proyecto Atlas Socioeconómico de la Provincia de San
Juan. Centro de Fotogrametría, Cartografía y Catastro (CEFOCCA) de la FI – UNSJ
Dra. Marcela Ontivero | Investigadora del CEFOCCA – UNSJ

 

 


Edición correspondiente a octubre/73 – Año III – Nº 18 – Mayo de 2015