Una lupa sobre la Boleta Única Electrónica

[EL ASPECTO MÁS CONTROVERSIAL DE LA REFORMA POLÍTICA] Mientras el Senado debate la reforma política impulsada por el Gobierno, el programador Pedro Zárate, coordinador del Laboratorio de Informática Forense e Informática Jurídica del Instituto de Informática de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNSJ, da detalles sobre la BUE, la arista más discutida de esa reforma. La posible vulnerabilidad al fraude del sistema.

Por Fabián Rojas

-¿Cuáles son las características de la Boleta Única Electrónica y cuál es su diferencia con el voto electrónico?
-Al informatizar una o más etapas, desde la identificación del votante hasta la elaboración del acta de cierre de escrutinio en la mesa electoral, en nuestro país le suelen llamar Voto Electrónico (e-voto) o también Boleta Única Electrónica (BUE), pero no son sinónimos. En el e-voto la generación y el cómputo de los votos se realiza en un mismo equipo que se lo denomina Urna Electrónica, éstas pueden emitir un ticket de realización del sufragio y reportes impresos para auditar. En el caso de la BUE, la generación del voto es independiente de su posterior conteo o cómputo. El elector genera el voto en la máquina e introduce la boleta que le fue entregada por la autoridad de mesa, y es en el chip de la boleta donde queda registrado el voto con su preferencia electoral. Luego esa boleta física es plegada e introducida en una urna. Al inicio del escrutinio son contadas las boletas en forma electrónica, se excluye la posibilidad de que pueda contarse más de una vez. Este sistema se lo denomina IRE (Indirect-Recording Electronic voting machines) o EBP (Electronic Ballot Printers).

-¿Cómo es lo del chip en la Boleta Única Electrónica?
-La BUE tiene un chip con tecnología RFID (Radio Frequency IDentification) que es una pequeña etiqueta plana, de milimétrica superficie, de material semiconductor con capacidad de almacenamiento y recuperación de datos de forma remota con identificación automática. El fabricante asigna un código único de identificación a cada chip, imposible de alterar. Existen diferentes tecnologías como empresas que fabrican estos chips adecuados a los estándares internacionales, por ejemplo en las elecciones de la Ciudad de Buenos Aires en 2015 se utilizaron chips NXP-ICOD-SLIX-SL2S2002, de la empresa holandesa NXP Semiconductors.

-Se dice que la Boleta Única Electrónica sería vulnerable al fraude, ¿por qué?
-Los investigadores que sostienen esta afirmación encontraron que las boletas pueden ser individualizadas y que el voto puede ser leído por un lector de radiofrecuencia, incluso por un celular llevado por el elector con sólo arrimar el dispositivo a la boleta, lo que permitiría saber por quién votó. Los chips RFID adoptados por este sistema se diseñaron para ser leídos a unos pocos centímetros de distancia, pero se ha demostrado que puede aumentase la distancia de lectura a hasta cincuenta metros, lo cual permite la lectura por terceros, prescindiendo de la ayuda del elector (Relay attacks on RFID-based electronic voting systems- Y. Oren y A. Wool. 2009); o realizar otros ataques, como por ejemplo anular o cambiar votos (Confidence in Smart Token Proximity: Relay Attacks Revisited- G.P. Hancke, K.E. Mayes y K.Markantonakis). Especialistas opinan que se podría saber el cómputo parcial de la urna en determinado momento.

-Si se implementa este sistema, ¿software y hardware pueden ser de industria nacional?
-No tengo dudas de que sí, nuestro país posee equipos de Investigación y Desarrollo que se han visto fortalecidos en todas sus facetas estos últimos años. Se han constituido varias fábricas de software que han logrado solidez y expansión, varias de ellas dedicadas al software no convencional para procesos de Misión Crítica, que brindan solución integral a procesos electorales. Un ejemplo es Magic Software Argentina S.A, propietarios del sistema Vot.ar, que ya debutó en la elección del 2015 en CABA y también en Ecuador.

-¿En otros países fue resistida la Boleta Única Electrónica?
-Hay países donde es resistida y hay países que la implementaron y volvieron atrás. En los primeros todavía no logran el convencimiento pleno porque el sistema tecnológico les genera dudas respecto a la confidencialidad del voto, transparencia, identificación del votante y respecto al conteo. También la posibilidad de auditoría no electrónica, la autenticidad, la protección contra lecturas no autorizadas; quizás esperen un nivel de seguridad mayor de los sistemas, pero paralelamente crece el nivel de escalabilidad de las amenazas o ataques. Entre los que desistieron está Alemania, por un fallo judicial que declaró inconstitucional el proceso y prohibió el uso de urnas electrónicas, por considerar que las elecciones son un acto público y que, por tanto, deben ser comprendidas por cualquier ciudadano independientemente de su formación. En 2006 Holanda, por fallas detectadas al poder observar a 25 metros quién estaba votando en una urna electrónica. El mismo año en Finlandia se aprobó usarlo en legislativas de tres distritos para 2008, pero detectaron fallas técnicas y debieron anular el comicio. //

 


Edición correspondiente a octubre/73 – Año IV – Nº 28 – Noviembre de 2016