Otra economía es posible

La Universidad Nacional de San Juan fue sede del Primer Congreso Nacional de Economía Social y Solidaria. Fue organizado por la Secretaría de Extensión Universitaria de esta casa de altos estudios, junto con las universidades nacionales de General Sarmiento, de Quilmes y del Centro. Aquí, fragmentos de algunos de sus expositores.

“Por las cooperativas muchas localidades tienen luz y agua”

CARLOS HELLER | DIPUTADO NACIONAL Y PRESIDENTE DEL BANCO CREDICOOP

Hay una minoría privilegiada que acumula sin límites e inmensas mayorías que hoy no gozan de los servicios elementales. Hay miles de seres humanos que carecen de agua potable. Hay un tema sistémico y frente a ello la economía social y solidaria, las organizaciones cooperativas, tienen un rol fundamental y son la alternativa para construir una sociedad basada en otros valores. Hoy vivimos en una sociedad concebida en la idea de la maximización de la ganancia y convierte en sentido común la maximización del resultado. Entonces, lo público y lo social es ineficiente. Y nosotros en cambio creemos en una economía donde las empresas tengan como objetivo la maximización de la prestación del servicio. Y no es una utopía. Nos han querido hacer creer que las organizaciones de las cooperativas sólo son viables para resolver crisis. Y por qué no pensar las cooperativas como prestadoras de servicios públicos a escala global. En Argentina si no hubiera sido por las cooperativas, muchísimas localidades no hubieran tenido ni luz eléctrica, ni agua potable, ni cloacas, ni gas.

Videoconferencia de Carlos Heller


“Salir de este modelo que nos hace calculadores y egoístas”

JOSÉ LUIS CORAGGIO | ESPECIALISTA EN ECONOMÍA SOCIAL Y SOLIDARIA – UNIVERSIDAD NACIONAL DE GENERAL SARMIENTO
José Luis CoraggioLa economía social surge de la base de la sociedad, de los sectores excluidos pero también de los sectores medios, de los trabajadores que se autogestionan y se asocian, como el ejemplo la empresa recuperada. Pero el más tradicional es el de las cooperativas y mutuales. Esto necesita de políticas públicas nacionales, provinciales y municipales, además de la sociedad civil. Ello implica una transformación de los lazos sociales y de las relaciones de poder, o sea que tiene un poder transformador muy fuerte. Cuando a la economía social le agregamos “solidaria”, hablamos de salir de este modelo neoliberal que nos hace absolutamente competitivos, calculadores y egoístas, donde el trabajador no ve en el sistema un mecanismo de exclusión, sino que el propio modelo lo lleva a decir “algo hice mal”. La solidaridad es una relación superadora de esto. No se trata de abolir el mercado, fundamental para coordinar una economía compleja. El problema es que el neoliberalismo quiere hacer que el mercado nos discipline, que decida quién tiene derecho a vivir y quien no.


“El Diploma de Economía Social Solidaria es educación inclusiva”

RODOLFO PASTORE | ECONOMISTA – DIRECTOR DEL PROYECTO CRESS – UNIVERSIDAD NACIONAL DE QUILMES
Rodolfo PastoreEn el Proyecto “Construyendo Redes Emprendedoras de la ESS” (CRESS) ya contamos con avances en las tres funciones sustantivas de las universidades: enseñanza, investigación e innovación y extensión. Tenemos un programa muy innovador de incubadoras universitarias de ESS, en el que acompañamos a las distintas organizaciones y redes de la economía social en su fortalecimiento económico y tecnológico. Por otra parte, tenemos un Programa de Extensión Universitaria que engloba unos 13 proyectos que abarcan distintos temas como comercialización, educación, cultura, tecnología en economía social, etc. Además, contamos con distintas carreras universitarias en este campo. Una especialización y un Diploma de posgrado de cursado virtual. Dictamos la Tecnicatura Universitaria en ESS, cuya particularidad es que se articula con un Diploma de Extensión Universitaria en ESS, que es una propuesta de educación inclusiva. Los diplomas de extensión no son muy conocidos, pero son una estrategia y una innovación educativa muy interesante porque pueden cursarlo personas que han terminado sus estudios secundarios o no. Esta característica es vital, ya que muchos actores de la economía social sólo cuentan con el secundario, y muchos no lo han terminado.


 

“El cooperativismo puede aportar a la batalla cultural”

PABLO IMEN | ESPECIALISTA EN EDUCACIÓN – DIRECTOR IDELCOOP – INSTITUTO MOVILIZADOR DE FONDOS COOPERATIVOS
Pablo ImenEl cooperativismo como práctica democrática puede aportarle al sistema educativo un modelo democrático de gestión participativa. Frente a un conocimiento fragmentado, el cooperativismo pude aportar una metodología integral donde los saberes se encuentren y no permanezcan fragmentados. Y otorgar una conciencia de lo colectivo que cuestione un orden social que propone que todos nos matemos entre nosotros, y que esa escuela forme personas capaces de transformar el mundo. Venimos de un proyecto de políticas públicas más latinoamericanista, basado en la justicia social, con una política económica centrada en el mercado interno y en la distribución de la riqueza. El esquema actual va en la dirección contraria y en este contexto aumentan las necesidades sociales y la desigualdad. El cooperativismo puede aportar un modelo alternativo que fortalezca la economía social; y puede aportar a la batalla cultural, en el sentido de difundir la idea de que si yo me salvo sólo sin importar el de al lado, es muy posible que reproduzcamos un mundo muy violento.


 

“Las universidades no son críticas con la economía”

DANIEL MAIDANA | RED UNIVERSITARIA DE ECONOMÍA SOCIAL Y SOLIDARIA – UNIVERSIDAD NACIONAL DE GENERAL SARMIENTO
Daniel MaidanaLamentablemente las universidades han perdido mucho el espíritu crítico y cumplen una función muy fuerte de reproducción de lo existente. Sobre todo en los contenidos económicos que se enseñan en las universidades, no sólo en las carreras de Economía sino en el conjunto de las carreras, los supuestos sobre lo económico atrasan cincuenta años. La economía tradicional, ortodoxa, es una economía con un enfoque que se enoja con la realidad, porque no responde a los principios que están en los viejos libros de economía. Desde la Economía social planeamos que lo primero que debería hacer la universidad es no considerar a la Economía social como un suburbio de la economía o como una carga distinta. Acá estamos hablando de economía, del modo de entender lo económico. En esto las universidades vienen muy atrasadas, no vienen aportando actitud crítica. Deberían recuperarla y pensar la economía realmente existente con la cabeza más abierta.

 


Edición Nº30, año V, abril de 2017